miércoles, 23 de junio de 2010

El hundimiento



Todo lo que triunfa en un momento, tendrá el mismo momento de hundimiento, todo lo que un día está arriba, mañana se encontrará abajo. Nos resistimos siempre a caer, en la caída está el dolor, los reproches, los malos modos y todo lo peor de nosotros mismos. Los problemas, son como el iceberg para el Titanic, siempre están pero nosotros sólo los queremos ver como una parte pequeña y no nos damos cuenta de lo grandes que son por debajo. Nos resistimos a verlos y sólo vemos la fiesta de nuestro Titanic, las alertas no se quieren ver y todo se deja para mañana. El Titanic no mandó ninguna señal de alerta en el momento del accidente -que le hubiera ayudado a salvar muchas vidas- se siguió mirando a sí mismo y hasta 47 minutos después una vez que reparó los daños que se negaba a creer que le sucediera a un barco tan grande frente a un minúsculo trozo de hielo, no hicieron público el accidente ante la tripulación ya que sólo pensaron que era un contratiempo. Ese afán de preocuparse de lo "no" importante causó 1.517 personas fallecidas.


Un informe actual desvela que el capitán Smith no estaba acostumbrado a dirigir barcos de esas dimensiones -pero cuando se lo ofrecieron no dudó y horas antes de zarpar declaraba: "No puedo concebir que algo pueda hundir a los barcos de hoy, la construcción moderna va mucho más allá que esto"- y además dice, que la velocidad en el momento del accidente sobrepasaba la recomendada para navegar por esa zona. El exceso de confianza, el no mirarse hacia dentro, el no ser crítico con uno mismo siempre acabará en el hundimiento. En el caso del Titanic todavía es más gracioso, ya que nada más salir de puerto se libró de colisonar con otro gran barco el "New York" por tan sólo 61 centímetros y tenía además, un agujero de un metro cuadrado en su quilla nada más salir de puerto, pero estos indicios no les hicieron dejar de ser osados, o ir a la velocidad prudente, si no que les hicieron creer que eran invencibles.


Cuando se avecina el hundimiento, no sé que es mejor, si abandonar el barco, hundirte con él -como el capitán que jamás deja su barco-, saltar el primero, saltar el último pero saltar, o seguir creyendo que no te vas a hundir. Cuando avisas que el Titanic se va a hundir los primeros que lo van a malinterpretar son aquellos que todavía se creen invencibles, aquellos que en lugar de ver lo que pasa a su alrededor están esperando a que alguien se lo resuelva, incapaces de ver que uno sólo no salva un barco, y un equipo puede salvar a la tripulación pero no el hundimiento. En el caso del Titanic, lo que lo hundió no fue el iceberg, fue el tratar de esquivarlo, ya que entonces rozó con él lo suficiente como para abrirse en canal, paradójicamente si se hubiera enfrentado a él y chocado de frente no se hubiera hundido, eso si, habría necesitado la aprobación de todo un equipo que hubiera asumido ese riesgo, un grito de todos diciendo "vamos a por él".

De lo que si estoy convencido es que si el capitán Smith hubiera sobrevivido y ahora le preguntaran si habría hecho lo mismo que hizo entonces y no se quisiera proteger contra nada y contra nadie, contestaría que no, que hubiera sido más prudente y no hubiera negado los riesgos. El sentirte invencible es lo peor que le puede pasar a una persona, dime que eres mortal, dime que sufres y tal vez puedas evitar el hundimiento.


Ójala fuera tan fácil como cambiar un colchón cuando da muestras de los primeros hundimientos -señal de horas de triunfo poniéndolo a prueba sin parar-, Sandra se tiene que cambiar ahora el suyo, y busca en internet entre uno y otros cuál es el mejor, cuál es el que evite el nuevo hundimiento en su colchón. Aprovecha ese nuevo colchón y enfréntate a tu iceberg, no olvides que los hundimientos del colchón no son como los del Titanic, son mucho más placenteros. No os perdáis esta publicidad:


No puedo evitar mencionar este maravilloso producto creativo ideal para combinar con Pampero y Cola o mejor con Tanqueray y tónica, lo dejo al gusto, pero no me negaréis que es genial.


Y como fin de fiesta esta increíble canción de Heroes del Silencio de sus comienzos, que lo disfruten:

8 comentarios:

  1. Muchas veces chocar de frente y afrontar los problemas lo ves más complicado y difícil que dar un rodeo, pero como al Titanic, se abre una brecha mayor y te hundes más rápido. Aunque para hundirse, mejor en un colchón viscolatex en buena compañía, no? Y si ya te despiertan con mucho, mucho "hundimiento" ni te cuento.

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  2. ¿Guerra de almohadas en la cama? Claro!!!
    ¿O te referías a otra clase de guerra?

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  3. Inmejorable la verdad no tengo palabras para definir tanto hundimiento y puesto que yo soy la del colchón ya he pensado lo que voy hacer dejar el colchón hundido y tomarme un pampero mientras me hundo en una borrachera mental pensado que estoy de crucero.

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  4. De todas formas hay cosas que se hunde porque así tiene que ser tomes la decisión que tomes el iceberg te persigue, también hay veces que decides ir a por el pero aun así es desacertado también quien decide lo que es acertado , cuando sabes que a sido acertado después de haber sufrido el hundimiento de habernos salvado cuando?. Y también se puede provocar un hundimiento con un propósito o no?

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  5. Es el problema de las decisiones, a veces te equivocas, a veces aciertas

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