miércoles, 25 de agosto de 2010

Titán & Vito



Aunque lo parezca no es el título de una película de gangsters ni de mafiosos, Titán & Vito son los nombres de nuestros gatos, ellos si que han tenido vacaciones, se lo han pasado fenomenal, jugando como locos en el jardín de casa mejor que en la maceta grande que tenemos en Zaragoza. Tanto fue que el día de venida a Titán casi lo tenemos que meter a la fuerza en su maletín de transporte. El viaje de algo más de cuatro horas lo aguantaron sin problemas y sólo maullaron un poco al principio, parecía que sabían donde iban. En la caseta del jardín estaban en la gloria y sólo salían cuando estábamos nosotros, Titán alcanzaba de un salto la parte de arriba, pero Vito todavía no llegaba, así que cuando subía arriba le quitaba la cama a su amigo Titán, la verdad es que Vito siempre acaba echando a Titán de donde esté, son los caprichos del pequeño.


A Vito -el persa- le encantaba provocar a Titán -el otro-, le esperaba agazapado de sorpresa moviendo el culo y la cola rítmicamente para saltar de sorpresa sobre su amigo Titán y allí se enzarzaban en un juego-pelea que era para partirse de risa.


Vito ha sido de lo más obediente y aunque llegó enfriado enseguida se recuperó y ha triplicado o cuatriplicado su tamaño desde hace cuatro meses, tendrías que ver como come el condenado. Titán aunque le costó salir un poco al principio luego ha sido el que más mal le ha dado a Ana, se nos ha escapado dos veces, aunque lo pillamos enseguida. Siempre estaba intentando ver por donde escaparse para descubrir nuevos mundos, su curiosidad de gato callejero y su instinto cazador le pueden y a pesar de los bloqueos que le poníamos para salir se los intentaba saltar constantemente, así que Ana y uno mismo viaje para aquí y viaje para allá para que el gato no hiciera una de las suyas. A mi la verdad que no me importaba ya que tenía claro que seguro que volvería, pero Ana no podía ni pensar la idea.


Titán un día cazó un ratón o un topillo, no lo llegue a ver bien, parecía como un hamster, Vito enseguida apareció y se pusieron a jugar con él unos segundos hasta que se les escapó, todavía les falta mucha escuela callejera. La vuelta a Zaragoza, Vito se pasó casi la mitad del viaje maullando lastimeramente por lo que dejaba atrás, en ese momento no había mucha diferencia entre gato y dueños.


2 comentarios:

  1. No se escapó dos veces sino tres y a mí me da algo si le llega a pasar algo. Fíjate en Inglaterra, la señora esa que coge un gato y no hecha al cubo de la basura...16 horas (creo) o más que estuvo dentro hasta que lo encontraron sus dueños. Los asturianos son muy buena gente pero, y si llega a ver un desalmado "mata-gatos" por allí cerca? No lo quiero ni pensar.
    Bueno, fuera cachondeos, ha sido muy divertido cómo jugaban estos dos y lo desorientados que estaban al llegar a Zaragoza y ver que su jardín ahora se había convertido en una maceta grande.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...