martes, 30 de noviembre de 2010

El inescrutable mundo de la limpieza. Parte I



Empiezo este post (que por largo, durará varios días) sin la seguridad clara de si acabaré lapidado por mis comentarios o si tal vez encontraré a alguien que le suceda lo mismo que me pasa a mi, independientemente de sea hombre o mujer. Desde hace unos meses me ha tocado ampliar mis labores domésticas, que creo eran escasas, sólo me encargaba de la compra y de la comida, mientras mi mujer se encargaba de todo lo demás, limpieza (suelos, paredes, muebles, rincones insospechados, baños…), lavadoras, lavavajillas, cambios de armario por temporada, cambios de ropa,… o sea, que me daba veinte vueltas en el trabajo doméstico.


Podría rememorarme aquí a la educación que nos dan las madres al respecto, pero no tengo perdón, lo que realmente no nos gusta es perder nuestra área de comodidad, los logros conseguidos en tantos años, pero dicho esto y entonando el yo pecador tengo una serie de dudas y preguntas al respecto en mis nuevas tareas iniciadas y que espero continuadas en el tiempo, estas son algunas de ellas:


01/ Los manuales
Hay manuales para todo, te compras un reproductor mp3, mp4 o mp? y tiene un manual siete veces más grande que el aparato, o un móvil, te dan una caja que tienes que pedir una bolsa para poder llevarlo, y en su interior te encuentras un manual que a la tercera página optas por reconocer que ya lo irás aprendiendo poco a poco con la práctica y no lo vuelves a abrir nunca más. Pero ¿alguien ha visto un manual de poner lavadoras, de cómo se limpian correctamente las baldas de cristal con paño A y con paño B, alguien ha visto un manual que te indique que primero se limpia el polvo, luego se barre, luego se pasa la mopa y luego se friega? ¿alguien ha visto un manual de estos? si lo ha visto lo necesito, todo el mundo entiende que lo debería de saber de serie, pero quitando lo básico mi mente racionalmente creativa me inclina a hacerlo todo de diferente forma y para la limpieza esta técnica no es buen aliado.


02/ No todos vemos lo mismo
Lo siento, pero mientras mi mujer sentada en el sofá es capaz de divisar la capa de polvo que se intuye en la balda del mueble del salón y detectar un pelo perdido por el suelo, así como perseguir al vuelo las pelusillas, que de una forma imprudente osan pasar en los límites de su ángulo de visión y caen entre sus manos gracias al grado evolutivo del pulgar oponible, pues yo no lo veo, me esfuerzo, me agacho, aprieto los ojos intentando ver más allá, intento abrir los ojos como el tío Gilito cuando ve un billete de 100 euros, pero no consigo ver el polvo, y por lo que intuyo tampoco los miles de pelusillas que deben estar a mi alrededor y que me eligen como el defensor de la pelusilla del año. No obstante ante mi dificultad visual me acerco a la balda y tengo que decir que ciertamente si colocas la cara paralela a la misma y a contraluz se detecta el misterioso polvillo que se ha ido depositando y que como miles de puntitos blancos me hacen pensar que tengo que ir a graduarme la vista para el polvo. ¿No sería mejor que los oculistas en lugar de hacerte leer letras te pusieran baldas con polvo? Ciertamente, mis ojos no han venido con ese don de serie.


03/ Los muebles, esos grandes desconocidos
Armado de valor y con el trapo en una mano, el aerosol del polvo en otra, me dispongo a limpiar los muebles de la casa, primera lección, se pulveriza sobre el trapo, no sobre el mueble (permitirme que aquí abra un paréntesis y me acuerde del árbol genealógico del creativo que hacía los anuncios del Pronto, Ocedar o "Superguin" que sobre una mesa enoooooorrrme pulverizaban sobre la mesa y luego patinaban sobre un paño, según mi pareja, mal, muy mal, así no se hace, ella lo hizo una vez y se le quedaron marcas), y entonces te dispones a quitarle el polvo (que efectivamente, aunque mis ojos no lo detectaban haberlo lo había) y es entonces cuando descubres todas las caras que tiene el mueble, no es un poliedro perfecto de formas rectangulares, no, tiene más aristas que un diamante de los gordos, por todos lados les salen rincones, cajones y sitios minúsculos donde se esconde el polvo, desde luego si lo sé antes me pienso los muebles que compro, y siempre que tengan como mucho, cuatro caras visibles. Es el momento en que te acuerdas del maestro de Karate Kid y piensas que tras dar cera y pulir cera vas a poder salir a la calle y acabar con cualquiera de los brazos que se te van a poner.


04/ La casa, esa gran desconocida
Una vez limpios todos los muebles, puertas, y recovecos varios, te armas con la escoba y el recogedor, imprescindible una bolsa de basura para ir guardando la cantidad de suciedad que te vas a ir encontrando por el camino (al menos eso me temía yo cuando te dicen que la casa está llena de mierda, mi experiencia me dice que es una figura retórica llamada exageración), y con este talante te lanzas a barrer y efectivamente te comes tus propios pensamientos de sitios insospechados comienzan a salir pelusillas y polvo, que al ir juntándose hacen un todo de donde parecía que no había nada, aunque lo más importante es ubicarse en una de las esquinas de la habitación, otear la misma y detectar aquellas partes que se esconden a nuestros ojos, como pueden ser detrás de las puertas, debajo de los sofás, y junto a esos objetos que no se mueven nunca pero que señores son "auténticos nidos de mierda" que diría una madre cuando descubre que tras levantar la lámpara de pié del salón, había debajo de ella una convención de polvo y pelusillas a partes iguales.


05/ El misterio de la reproducción del polvo
Soy consciente que meter en la misma frase reproducción y polvo puede ser una redundancia, pero ¿cómo se reproduce el polvo? ¿porqué después de ser eliminado vuelve a ocupar los mismos territorios de donde fue erradicado? ¿si se junta una mota de polvo con un pelusilla, se le llama motilla o polvilla? ¿la pelusilla es familiar de los pelos capilares que se caen al suelo? ¿qué orgías se perpetran en la nocturnidad de nuestros hogares para que al día siguiente haya más polvo sobre nuestras baldas de madera o cristal? ¿Existen métodos anticonceptivos que permitan parar esta reproducción constante de las sustancias que empiezan por P? ¿no será que los propios sprays anti-polvo llevan alguna sustancia que hace que se reproduzcan después para que así no se les acaba el negocio? ¿si es verdad la frase de que "polvo somos y en polvo nos convertiremos" por qué en lugar de ducharnos no nos echamos unas pulverizaciones de Pronto? ¿Las pelusas no son las novias de Maradona? Por favor, polvo, pelusas, pelusillas y otros seres, dejar de procrear.

4 comentarios:

  1. Yo tengo la desgracia de tener la vista como tu mujercita, pero me toca las narices dedicar mi tiempo a la digna tarea de la limpieza. Prefiero ocuparme en otras pasiones, así que hace tiempo decidí pedir ayuda para mantener la casa en unos mínimos de higiene y brillo. Es mi dinero mejor invertido, y a quien quiera oirlo le aconsejo que haga lo mismo. Piénsalo.

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  2. Sabia decisión que en breve me imagino que deberemos de adoptar, pero antes vivir la experiencia es toda una experiencia, válgase la rebuznancia.

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  3. Por Dios, qué bueno!!! No he dejado de reirme, es tremendo, no tengo palabras para explicarlo pero como lo he vivido en primera persona casi no lo puedo leer de la risa. Genial, genial y genial

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