viernes, 20 de julio de 2012

Un julio de cólera



Era 1971, los calores en Zaragoza se hacían insoportables, pero una notica alarmaba a toda la población de la ciudad, el 16 de julio, el Jefe provincial de Sanidad de Zaragoza informaba de la presencia de varios casos de diarrea, con una incidencia anormal, en las localidades de Épila y Rueda de Jalón, ambas de la ribera del Jalón. Pronto se dieron cuenta que estaban ante un brote de cólera, las autoridades pretendían calmar a la población diciendo que todo estaba controlado y que ya se había vacunado a todo el mundo de esas localidades como prevención. El problema estaba en el agua del río Jalón, sus frutas y verduras se destruyeron y con sus aguas no cloradas para el uso doméstico, el problema llegó a la ciudad de Zaragoza.


En la mañana del 17 de julio, Heraldo de Aragón, en la segunda página, con titulares a tres columnas, avisaba: "Un problema crónico que se agrava (…) Contaminación en las aguas de la ribera del Jalón (…) El número de enfermos es bastante elevado, ya que el proceso es más virulento que en años anteriores. Han sido tomadas las medidas oportunas por la Jefatura de Sanidad, por lo que no hay motivos de alarma". Hasta el momento han sido siete las víctimas en el corto periodo de una semana. Siete víctimas repartidas en varias localidades (…) Los cólicos repentinos, los vómitos y las diarreas han acabado por minar la salud de los más débiles".


La gente de las localidades afectadas, abarrotaba las farmacias y bares en busca de agua mineral y gaseosas, y es en estos sitios donde la alarma cunde aunque en los medios de comunicación se intente acallar para que no cunda el miedo en otras localidades. Se empieza a aconsejar que se hierva el agua antes de ser bebida y a cada litro se le incorporen dos gotas de agua de lejía, que se pele la fruta y se extreme la higiene alimenticia. El martes 20 de julio, hoy hace 41 años, el Heraldo de Aragón se hace eco de las largas filas de personas que acuden a vacunarse a la Jefatura Provincial de Sanidad de Zaragoza, entre ellos nuestra familia, mi madre asustada por las noticias que corrían entre los puestos del mercado y el Ultramarinos de Manero nos llevo a todos para evitar males mayores.


En Zaragoza cerca de 200.000 personas se vacunaron en aquellos días en los 23 centros sanitarios establecidos, a los que entrábamos creyendo que era una diarrea estival y salíamos con un papel donde se nos informaba que se nos había vacunado del cólera. Se informa que el agua de Zaragoza ya ha sido tratada y puede ser consumida, ya que no hay peligro alguno. En total en Zaragoza se utilizaron 750.000 dosis de vacuna anti-colérica, unos 500.000 en la capital y el resto en la provincia. No obstante, en las casas se dejó de consumir agua durante un tiempo, las frutas en el mercado central se quedaban en los puestos sin venderse, por miedo a que hubieran sido regadas por aguas contaminadas. En las carreteras de esos pueblos se establecieron controles para evitar que saliera ningún producto contaminado.


Desde el viernes 23 ya se habla abiertamente y públicamente de la epidemia de cólera en la provincia, y se toman todas las medidas para que no se trasladen a otras provincias, en un informe oficial se quiere culpar de la epidemia a trabajadores emigrantes procedentes de países del norte de África. Zaragoza a finales de julio parecía una ciudad fantasma, las piscinas se encontraban casi vacías, y la gente apenas salía a los bares por el miedo a los vasos fregados y los hielos. El 30 de julio se da por finalizada y controlada la epidemia de cólera y todo en la ciudad parecía volver a la normalidad. Sin quererlo y con tan sólo 3 años, fui uno de los tantos zaragozanos que fueron vacunados aquel 20 de julio de 1971.

Fuente: Epidemia cólera 1971

4 comentarios:

  1. Recuerdo que en esas fechas fui a vacunarme a un consultorio de la seguridad Social en el paseo Sagasta y cada vez que me acuerdo de las penosas condiciones sanitarias en que se vacunaba me da un escalofrío:jeringuillas reutilizables y agujas igualmente reutilizables que se metían en una bandeja eléctrica con el agua que apenas ni hervía y las agujas se metían y se volvían a utilizar inmediatamente. Que horror

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  2. Yo también lo recuerdo perfectamente. Me vacuné en un sitio que había (no sé si ahora es de policía o lo era ya entonces) en el paseo María Agustín ( cerca de donde está ahora el gobierno de Aragón). Y me fui voluntaria al hospital, que demandaba personal, para que los profesionales pudieran atender a los enfermos de cólera que ingresaban ( no recuerdo si en algún centro dedicado exclusivamente a ellos). Las condiciones (comparadas con las actuales) eran lamentables. Pero era lo que teníamos y casi desconocíamos otra cosa

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  3. Aquel verano lo pasé en Teruel y recuerdo q hubo un cierto nerviosismo por el cólera y la cercanía a Zaragoza. Mis padres en Santander ni se enteraron.

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  4. Si yo también lo recuerdo muy bien. Hervir el agua con lejía. Y ir a vacunarnos todas.

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